Como habéis podido ver en los últimos meses estoy bastante desconectada del blog. Cambios laborales y otras prioridades en mi día a día tienen la culpa. Hay épocas y momentos pero aún así sentía la necesidad de hacer los post de nuestra boda, aquello que con tanta ilusión preparamos y que en muchos aspectos, gracias a la inspiración recogida durante mucho tiempo gracias al blog y a las redes sociales, se convirtió en el día de nuestros sueños. Y qué mejor momento que ahora que está a punto de cumplirse un año de aquel momento tan especial. Es increíble lo rápido que ha pasado el tiempo!

He preparados varios post con cada uno de los momentos de ese día. Si os parece empezamos con el momento de los preparativos.

Ese día me desperté nada nerviosa, el día de antes habíamos preparado una fiesta preboda que fue super especial y me levanté feliz y con ganas de ver que nos deparaba este día.

Mientras me estaba arreglando sí que me puse algo nerviosa sobre todo porque hubo un momento en el que me di cuenta que se nos estaba echando el tiempo encima y no me daba tiempo a hacerme fotos con toda la gente que había venido a verme a mi casa. Pero después de eso, al salir de casa, todo empezó a ir sobre ruedas.

Como ya sabéis mi vestido fue un diseño de Luis Rocamora, un vestido fluido de crepe con espalda descubierta y detalles con un guipur muy especial. En el momento vi ese guipur me enamoré y no quise ver más telas, era tan yo! y lo veía tan adecuado para la fecha! Con ese guipur hicimos las mangas, la espalda y un cinturón para marcar más la figura y realzar el frunce de la falda.

Del estilismo, como siempre se encargaron Lara y Raquel de D’Elles Estilisme. Tenía clarísimo desde hacía mucho tiempo que quería llevar una trenza. Pero además Raquel tuvo la idea de que después fuera un peinado convertible a la hora del baile. tanto si quería dejármelo suelto como si quería dejarme una coleta, finalmente me decidí por esta última opción como veréis en posts próximos. Como tocado me decidí por una corona de M de Paulet, les visité en Madrid y me quedé enamorada de su atención y sus productos, quería algo con color y no me pudo gustar más el resultado.

Como pendientes llevé unos muy especiales, los de mi abuela.

Para el calzado elegí unas sandalias azul cielo de Ana Polo Shoes, Ana fue uno de los grandes descubrimientos en los preparativos de la boda, se convirtió en un pilar fundamental. Después en el baile me cambié a unas cuñas de L. K. Bennet.

Mi ramo fue obra de Flores La Tartana, en tonos a juego con el tocado. Como detalle especial quise llevar presentes ese día a mis abuelos que no estaban con nosotros, y lo hice con un relicario con sus fotos que llevé colgado del ramo.

Mis padres estaban guapísimos. Mi padre llevó traje de Anglomanía y mi madre llevó un vestido a medida en azul cielo confeccionado por una modista local.

Al salir de casa me esperaba un espectacular coche descapotable de Cars and Love que mi padre condujo hasta la iglesia, fue un momento super divertido, íntimo y especial.

Rubén vistió traje también de Anglomanía y corbata de Carolina Herrera.

Las fotos son obra de Albert de Juan.