Alsacia en Navidad

El pasado puente de diciembre pusimos rumbo a uno de los destinos más mágicos para visitar en navidad: Alsacia. Durante nuestra estancia allí recibí muchos mensajes pidiendo un post sobre el viaje así que aquí lo tenéis! 

– ORGANIZACIÓN:

Alsacia se encuentra al norte de Francia, justo al lado de la frontera con Alemania, muy cerca de la Selva Negra. Su capital es Estrasburgo y tiene numerosos pueblecitos vinícolas que son precioso para visitar. 

Para llegar a Alsacia lo ideal es en avión llegando a los aeropuertos de Basilea o Estrasburgo. Nosotros organizamos el viaje con muy poco tiempo de antelación y cuando miramos los vuelos a estos aeropuertos los precios eran desorbitados, así que buscamos otras opciones y la que más nos convenció fue volar a Frankfurt. Desde allí alquilamos un coche y en 2 horas estábamos en Colmar. 
Como hicimos en la luna de miel, el coche lo alquilamos con la compañía Sixt. En aquella ocasión quedamos muy contentos y no dudamos en repetir y de nuevo la experiencia ha sido muy buena. Nos asignaron un New Beatle precioso! Además algo muy importante es que Sixt incluía en el precio los neumáticos de invierno, sin costes adicionales, algo muy importante en zonas como esta en la que hace mucho frío y nieva. 
Llegamos a Frankfurt de noche así que nos hospedamos en un hotel en la zona del aeropuerto, en concreto en el Moxi Hotel. Nuestra experiencia en el hotel fue buena, no es el mejor hotel en el que hemos estado pero para ser un hotel de paso estaba genial, decoración modera, bien de precio y desayuno incluido. Al día siguiente pusimos rumbo a Colmar, nuestra primera parada del viaje. Allí alquilamos un apartamento a través de Booking: Il Etait un Toit. El apartamento fue una auténtica pasada, volveríamos sin ninguna duda: situado en pleno centro, la dueña fue un amor con nosotros, estaba totalmente equipado con todos los electrodomésticos que podáis imaginar, calefacción en todas las habitaciones, decoración moderna y un precio muy asequible para ser el centro de Colmar y ser temporada alta. Allí estuvimos dos noches y desde ahí nos desplazábamos a los distintos pueblos con el coche. Las siguientes dos noches nos hospedamos en Estrasburgo. Nos costó bastante encontrar hotel en el centro a un precio normal pero finalmente dimos con el Hotel Mercure Strasbourg Centre Petit France y fue un acierto. Aunque la habitación era pequeña el hotel estaba genial, la atención del personal fue muy buena y la ubicación también. 

A mi me encanta comprar una guía de aquellos lugares que voy a visitar aunque es cierto que de Alsacia no encontré, así que el viaje lo organicé leyendo blogs, mi favorito fue Descubriendo Alsacia y os lo recomiendo 100%. 

– DÍA A DÍA:

Día 1: Colmar

Colmar es magia. Es un pueblo salido de un cuento donde se respira navidad por todas sus calles. Tiene seis mercados de navidad. Mis favoritos fueron el de la Place Jeanne d’Arc ya que era el que teníamos al lado de nuestro apartamento y se trataba de un mercado pequeñito con muchos productos locales, y el de la Place des Dominicains por la calidad de sus tiendecitas de decoración navideña y por el entorno tan especial.  Una de las zonas más bonitas es la Petite Venise con sus canales y sus preciosas casas de colores, es la postal de Colmar por excelencia. Otro de mis lugares favoritos fue la plaza que se forma en el cruce de la Grand Rue y la Rue des Marchands, desde allí podéis ver unos de los edificios con la decoración navideña más especial de Colmar. Además os recomiendo mucho pasear por la Rue des Marchands y entrar en sus tiendas de antigüedades, allí encontramos decoraciones navideñas preciosas y únicas. 

En Colmar se puede comer muy bien y a buen precio. En los mercados hay muchos puestos de comida típica de la zona. El primer día comimos en Palais Gourmand y probamos la Tarte Flambe, uno de los platos más típicos de Alsacia. Nos encantó! Si os alojéis en algún apartamento hay varios supermercados cerca del centro de Colmar, nuestro preferido fue el Auchan ya que además de ser muy grande dispone de un parking en el que con hacer una compra de más de 10 euros puedes dejar el coche aparcado gratis 24 horas, algo que merece mucho la pena ya que hay bastantes restricciones para aparcar y circular por el centro del pueblo y más aun en Navidad. 
Día 2: Eguisheim, Turkheim, Kayserberg, Riquewhir


Al día siguiente recorrimos los pueblos más típicos de Alsacia. Todos ellos están muy cerca entre ellos y es muy cómodo visitarlos en coche, aunque si no disponéis de vehículo existe la opción de un bus que recorre todos los pueblos con gran variedad de horarios. 

De estos cuatro pueblecitos Equisheim y Kayserberg fueron nuestros favoritos. 
Eguisheim es un pueblo muy curioso, con calles concéntricas alrededor de la plaza principal, la cual sirvió de inspiración para la famosa escena de las ovejitas de la película de la Bella y la Bestia. Es uno de los más visitados por lo que se llena de gente enseguida, es recomendable visitarlo a primera hora de la mañana, para poder aparcar bien y verlo con tranquilidad ya que sus calles son muy estrechas y llenas de gente pueden ser agobiantes. 

Turkheim es muy pequeño y menos masificado. Nos pareció un lugar genial para hospedarse fuera del bullicio de los pueblos principales y también un sitio muy tranquilo para comer. Allí destaca su calendario de adviento gigante. 
Kayserberg fue el gran descubrimiento del día. Llegamos a medio día, nos costó muchísimo aparcar pero mereció mucho la pena. Este pueblo nos enamoró. Sus calles, sus casas, sus decoraciones navideñas… y además allí salió el sol y todo lucía mucho más bonito. 

Riquewhir fue la última parada del día.  Cuando llegamos también había mucha gente y quizá por eso fue el pueblo que menos nos gustó de todos los que vimos. Aun así allí pudimos disfrutar de la tienda de Navidad más bonita que hemos visto nunca, justo enfrente de la torre principal. Se trata de una tienda de dos pisos, toda llena de decoración navideña espectacular (y algo cara… para qué engañarnos). Suele haber algo de cola para entrar pero merece la pena verla. 

Día 3: Traslado a Estrasburgo

Nos costó llegar menos de una hora a Estrasburgo. Allí aparcamos en el parking de Santa Aurelia ya que nuestro hotel tenía un convenio con ellos para un precio mejor. El día que llegamos a Estrasburgo era sábado y si los días previos había bastante gente en los pueblos alsacianos, ese día fue una auténtica locura! Las calles estaban abarrotadas, los restaurantes también… al final decidimos dejar la cámara de fotos en el hotel y pasear por las calles sin preocupaciones, pero no pudimos ver bien la ciudad, así que decidimos dedicar la tarde a hacer algunas compras y cenamos pronto para irnos a dormir lo antes posible y madrugar al día siguiente. 

Día 4: Estrasburgo y Obernai

Nos levantamos muy temprano y fue una sabia decisión ya que pudimos ver la ciudad casi solos. Por fin pudimos hacer fotos y visitar todos los mercados con  calma. Los sitios que no os debéis perder de Estrasburgo son la Petite France, la Catedral con su plaza con su espectacular mercado (el más antiguo de la ciudad), la calle de oro con una decoración espectacular (la más bonita que hemos visto en toda Alsacia) y la plaza Kleber con su abeto gigantesco y su pista de patinaje. El mercado de Broglie es el más grande pero a la vez el más masificado, a mi es el que menos me gustó. Sin embargo visitamos un pequeño mercado al lado de la iglesia de San Tomás que nos pareció muy agradable. Estrasburgo es una ciudad para callejear e ir mirando hacia arriba para poder disfrutar de las decoraciones de todas las fachadas, son todas impresionantes. 


Por la tarde cogimos el coche y nos acercamos a Obernai, un pueblecito muy cerca de la ciudad que nos encantó y eso que nos diluvió. 


La última noche aprovechamos para acudir a un concierto de villancicos gratuito en la catedral. Nos pareció un planazo. No había prácticamente turistas, eran todo vecinos de la ciudad y nos sentimos como un habitante más. 

Día 5: Vuelta a Frankfurt y parada en Heidelberg 

El último dia de viaje desayunamos con calma y salimos hacia Frankfurt. Nuestro vuelo salía por la tarde así que antes de llegar paramos en la ciudad alemana de Heidelberg y fue una decisión muy acertada. Nos encantaron sus mercados, de hecho nos parecieron mucho más cuidados que los franceses. Allí aprovechamos para comer en uno de los puestos de comida y estaba todo delicioso además de muy barato. Una de las cosas que no debéis perderos es su puente y su castillo. Y tras acabar la visita tuvimos que poner rumbo al aeropuerto de Frankfurt poniendo punto y final a nuestra escapada navideña. 

Alsacia es un lugar de cuento, sobre todo en navidad aunque debe ser preciosa en cualquier momento del año. Además, si disponéis de tiempo podéis visitar muchas zonas alrededor como son Suiza o la Selva Negra. Espero que os haya servido este post. 

B. 

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Categorías Viajes

3 comentarios en “Alsacia en Navidad”

  1. Hola! Una pregunta, tú crees que para ir el finde último de diciembre, y llegar hasta año nuevo, estaría bien? ¿ crees que aún tendrán toda la parafernalia navideña montada? ¿ o lo desmontan una vez pasado el 25?… porque ese sito es para ir y verlo así, en pleno auge navideño. Yo imagino que lo dejarán hasta año nuevo, pero no sé…
    Gracias!!

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