Judith y Agustín se conocieron en Barcelona, en una noche de San Juan. Estuvieron viviendo una temporada en Guatemala y es allí donde, con vistas al lago de Atitlán, se prometieron.
Haciendo honor al día en el que se conocieron, el 24 de junio de 2017 se casaron en el precioso Castillo de Tamarit en Altafulla (Tarragona).
Judith llevó un diseño de Jordi Anguera, un diseño clásico, atemporal, pero a la vez con un toque actual. Llevó zapatos de Jorge Larrañaga y un tocado de flores blancas con un toque de dorado de Le Touquet. Del estilismo se encargó Iván González de Nomepinto. Agustín vistió un total look de Hugo Boss.
Las niñas de arras llevaban vestidos de Tea Princess, con zapatos de Nanos y coronas de flores mejicanas, hechas por artesanas de San Miguel de Allende. Los niños llevaban camisa de Gocco y pantalón y zapatos de Nanos
La madre y la hermana de Judith vistieron diseños de Mireia Barcelona.
La decoración floral y el ramo de Judith corrió a cargo de Art Floral Vallribera, afincada en Riudoms, Tarragona. El ramo lo escogió uno de los mejores amigos del novio, quien se lo entregó minutos antes de la ceremonia junto con la lectura de un poema. La decoración se centró en los colores verdes y azules, todo siguió un motivo común, desde la decoración hasta la papelería de la boda.
Para la organización de la boda contaron con la wedding planner Stephanie Planas de AG Planning.
Los novios entraron al salón a ritmo de Sergio Dalma con la canción “La vida empieza hoy” y abrieron el baile con Te Quiero de Love of Lesbian y Sidonie.
Fue una boda con muchos detalles, desde multitud de rincones especiales hasta el fin de fiesta, pues se trasladaron a la cala que quedaba debajo del castillo donde montaron una verbena hasta bien entrada la madrugada.
Las fotos son obra de Elena Bau y del video se encargó Xes Produccions.
B.
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