Iris y Dominik. Parte 1: La boda

Iris y Dominik se conocieron en Edimburgo hace casi 10 años cuando ambos eran estudiantes Erasmus. Dominik es alemán, por lo que tuvieron una relación a distancia hasta que unos años después decidieron vivir juntos en Barcelona.  La pedida de mano tuvo lugar en Nueva York, en lo alto del Rockefeller Center, al anochecer con unas vistas increíbles. 

La boda fue el verano del 2016 en la preciosa masía Can Riera de la Pineda en la provincia de Girona (sí sí, la misma donde se casó Miss Cavallier). Allí celebraron tanto la ceremonia como la cena. Un lugar de ensueño, como podréis ver en las preciosas fotos de Raquel Benito, que captan hasta el mínimo detalle con la máxima naturalidad. 

Iris vistió de Laure de Sagazan un sencillo vestido con espalda descubierta muy acorde al estilo de la boda. Lo combinó con un colorido tocado de Le Toquet y unos zapatos Jimmy Choo. Del maquillaje se encargó Laia Martin Make Up y de la peluquería Catalina HairStylist. Mientras Iris se arreglaba estuvo acompañada de su hermana, que vistió un vestidazo rojo de Bianca Costura

Dominik vistió de El Señor. No se olvidó de ningún detalle, incluido el reloj con cadena. 

Del ramo de Iris se encargó Lilart Flors. La decoración floral de la ceremonia y el banquete la prepararon en Can Riera. La decoración de las mesas del aperitivo la realizó los propia novios, así como toda la papelería de la boda, los letreros y  los sitting plan. Todo estaba escrito en dos idiomas, pues la mitad de los invitados eran alemanes y la otra mitad españoles. También fueron handmade los detalles para los invitados: para los hombres regalaron unas pajaritas que cosió la madre de Iris y para las mujeres Iris hizo unas diademas de flores. 
El catering estuvo a cargo de Moncho’s catering. Iris recalca que la calidad de la comida y su profesionalidad fue excelente.  

La boda estuvo organizada por Letts Dream quien se encargó de montar todos los rincones especiales: kids corner, mesita con confetis, fotomatón, espacio con fotos de los novios con los invitados. No tuvieron candy bar como tal, sustituyeron el postre tradicional por buffet de dulces donde cada invitado podía coger lo que le apetecía. 

Como curiosidad los novios diseñaron un juego con preguntas a los invitados para saber cuánto sabían de ellos, todo un éxito!

Los novios y sus familias se quedaron a dormir en la masía y la fiesta continúo el día siguiente. 

Una boda muy romántica, muy divertida, donde se respiro buen rollo y sin dejar escapar ni un detalle. Enhorabuena a Iris y Dominik por tan preciosa celebración. 

Y esta boda no acaba aquí, en el próximo post os enseñaré el reportaje de fotos de pareja que se hicieron tras la ceremonia, ya os adelanto que no os lo podéis perder!

B. 
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