La novia nemorosa

El Palacio de Negralejo y sus jardines reciben a la novia protagonista de este editorial organizado por Peonias Eventos y fotografiada con acierto por Prisma Blanco. Una novia inquietante, mística, salida de un bosque encantado.

Se describen tres escenarios, cada uno en distintas zonas del palacio y en cada uno de ellos un diseño diferente de la firma Impúribus.

Vestido Acies:

“En el hermoso bosque interior se abre camino el vestido Acies, un traje largo de cuerpo entallado que marca la silueta de la novia hasta la cintura con una base de satén mate en escote corazón. A partir del hombro se deslizan piezas de tul drapeadas en forma de “V” en delantero y espalda estilizando la figura. Es en la zona de la falda donde el vestido Acies potencia la femineidad y delicadeza con tres cascadas de tul con costura exterior de corte diagonal manifestando la exigencia de la costura tradicional más exquisita. En este traje además destaca la versatilidad en el uso del velo. Por un lado aplicándolo cómo cola, sujeto con una abotonadura forrada en la cintura y por otra, la faceta más clásica colocándola en el cabello como velo aportando un toque diferente, a lo largo de la ceremonia.

Caminando por los suelos empedrados destacan los zapatos de la firma Doriani, que junto a los tocados refinados y artesanales de Toussete, y a la firma de joyería Casilda Finat visten a una novia Impúribus de máxima sencillez y elegancia”

Blusa Tulle y falda Dovel:

“Al otro lado del Palacio se intensifica los tonos verdosos de las hojas, con un conjunto corto de color blanco, compuesto de una blusa de plumeti, tul y bordados y la falda Dovel en organza de seda. La blusa Tulle, es como una segunda piel, delicada y fina, en la que destacan un nudo con elegante resultado en la espalda y los puños de bordados de hilo y cierre de abotonadura forrada.

Aportando matices de color, acompañan a la novia los ramos de la floristería Margarita se llama mi amor, que inundan con su fragancia y un toque de calidez.”

Blusa Quod y falda Lucidum:

“Como broche final, en lo alto del mirador se capta la esencia de una novia que brilla con toda su fuerza, con una falda Lucidum en satén en sutil dorado ceñida al cuerpo y con una terminación en cola, acompañada de una blusa Quod de encaje bordado con formas únicas y delicadas dejando ver la piel de la novia.

Otra de las opciones para combinar la falda Lucidum, es el top del mismo nombre, semiajustado al cuerpo con un suave escote en pico, destacando principalmente la espalda, que acentúa una etérea geometría con un juego de lazadas de diferentes posiciones.”